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Misofonía y Autismo: ¿Qué Relación Tienen y Qué Los Diferencia?

Misofonía y Autismo: ¿Qué Relación Tienen y Qué Los Diferencia?

 

La misofonía y el autismo son dos condiciones que despiertan mucho interés debido a ciertos rasgos compartidos, como la hipersensibilidad sensorial y la inflexibilidad cognitiva.

Sin embargo, no todas las personas con autismo tienen misofonía, y no todas las personas con misofonía son autistas. En este artículo vamos a profundizar en su relación, destacando similitudes y diferencias, para ayudarte a comprender mejor estas dos realidades desde un enfoque basado tanto en nuestra experiencia como en la ciencia.

Misofonía y autismo: características.

Aunque seguro que si estás aquí ya te haces una idea, la misofonía es una condición neurológica en la que ciertos sonidos cotidianos, como el masticar, respirar, ruido de ladridos, vecinos o en general, personas emitiendo determinados sonidos cotidianos, generan reacciones emocionales intensas, que van desde la irritación hasta la ansiedad e ira.

A menudo malinterpretada como “exageración” o “falta de tolerancia”, esta condición tiene bases reales en cómo el cerebro procesa los estímulos sonoros. Aunque todavía no se comprende completamente cuáles son las causas de la misofonía, investigaciones sugieren que la misofonía está relacionada con un procesamiento alterado de estímulos sensoriales en el cerebro, específicamente en áreas asociadas con la atención y las emociones.

El autismo, conocido clínicamente como Trastorno del Espectro Autista (TEA), es una condición del desarrollo que afecta cómo las personas interactúan con el mundo. Algunas características incluyen:

  • Dificultades en la interacción social y la comunicación.
  • Intereses restringidos o comportamientos repetitivos.
  • Hipersensibilidad sensorial, como incomodidad ante ruidos fuertes o luces brillantes.

El espectro es amplio, lo que significa que no todas las personas autistas experimentan estas características de la misma manera.

 

Misofonía y Autismo: ¿Qué Tienen en Común?

Aunque la misofonía y el autismo son condiciones diferentes, comparten ciertos rasgos que ayudan a entender por qué a menudo se mencionan juntas en conversaciones sobre sensibilidad sensorial y procesamiento cognitivo. Estas similitudes no significan que siempre estén relacionadas, pero resaltan puntos de convergencia que pueden influir en cómo las personas con estas condiciones experimentan el mundo.

Vamos a explorar estas conexiones en profundidad:

1. Hipersensibilidad Sensorial: Una Reacción Intensa a los Estímulos

La hipersensibilidad sensorial es un rasgo distintivo tanto en la misofonía como en el autismo, y en particular la hipersensibilidad auditiva destaca como un factor común.

  • En el autismo, esta sensibilidad puede abarcar una variedad de estímulos, como ruidos fuertes, luces brillantes o incluso texturas específicas. Los sonidos cotidianos, como el timbre de un teléfono o el ruido de una aspiradora, pueden percibirse como físicamente incómodos o incluso dolorosos. Esto puede llevar a una sensación de sobrecarga sensorial, lo que dificulta el funcionamiento en entornos ruidosos o caóticos.
  • En la misofonía, la sensibilidad auditiva está más focalizada en sonidos específicos, conocidos como “sonidos desencadenantes”. Estos sonidos, como el masticar, golpear teclas o respirar de forma repetitiva, no solo incomodan, sino que provocan una respuesta emocional inmediata e intensa, como ansiedad o ira.

Aunque las formas de experimentar esta sensibilidad son diferentes, ambas condiciones comparten un sistema sensorial que responde de manera amplificada a los estímulos. Este rasgo común puede hacer que las personas con estas condiciones busquen ambientes más controlados para minimizar la incomodidad.

2. Apego a la Norma y Reacción a la Injusticia

Un punto menos evidente pero igualmente significativo es el fuerte sentido del orden y la justicia que muchas personas con autismo y misofonía parecen compartir.

  • En el autismo, esta tendencia puede manifestarse como un apego a las reglas, las rutinas y las expectativas predecibles. Las personas autistas a menudo encuentran confort en la estructura y pueden sentirse perturbadas cuando algo no sigue “el plan” o las normas establecidas.
  • En la misofonía, el apego a la norma puede reflejarse en la expectativa de que ciertos sonidos no deberían ocurrir en ciertos contextos. Por ejemplo, escuchar a alguien masticar ruidosamente en una reunión silenciosa puede parecer una transgresión de las reglas implícitas, lo que genera una reacción emocional intensa.

Ambas condiciones pueden implicar una fuerte reacción emocional a lo que se percibe como “injusto” o “fuera de lugar”, lo que puede dificultar la interacción social en situaciones que otros consideran triviales.

3. Inflexibilidad Cognitiva: Adaptarse al Cambio Es un Desafío

La inflexibilidad cognitiva es otro punto en común que une estas condiciones. Este término se refiere a la dificultad para adaptarse a cambios inesperados o para modificar patrones de pensamiento establecidos.

  • En el autismo, la inflexibilidad cognitiva puede traducirse en una resistencia al cambio en rutinas o entornos, o en la dificultad para ajustar expectativas cuando las cosas no salen según lo planeado. Esto puede ser especialmente desafiante en contextos sociales o laborales, donde la imprevisibilidad es común.
  • En la misofonía, esta inflexibilidad puede amplificar la respuesta emocional ante sonidos inesperados o repetitivos, especialmente si la persona no tiene control sobre el entorno.. Como por ejemplo, que un famliar a quien veo a menudo respire “fuerte”, ya que pueden llegar a sentir como si estuviesen “atrapados” y condenados a “escucharlo siempre”

Esta dificultad para adaptarse a estímulos o situaciones inesperadas puede hacer que tanto las personas con autismo como las que tienen misofonía prefieran ambientes más predecibles y estructurados.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

1. ¿La misofonía es una forma de autismo?

No. La misofonía y el autismo son condiciones distintas. Sin embargo, pueden coexistir en algunas personas debido a la sensibilidad sensorial compartida.

2. ¿Pueden las personas neurotípicas tener misofonía?

Sí. La misofonía afecta a personas de cualquier perfil neurológico.

3. ¿Existen tratamientos para la misofonía?

Sí. A pesar de que la literatura científica insiste en que no existe una cura definitiva, desde CELIA MISOFONÍA queremos que seas tú mismx quien compruebe los resultados de nuestro tratamiento psicológico: RESULTADOS TERAPIA MISOFONÍA

Conclusión:

La misofonía y el autismo pueden compartir ciertos rasgos, como la hipersensibilidad sensorial y la inflexibilidad cognitiva, pero sufrir una de estas condiciones, no requiere del padecimiento de la otra. Entender sus características de manera precisa es esencial para promover un reconocimiento y apoyo a todas las personas que lo necesitan..

En CeliaMisofonia.com, estamos comprometidas con brindar información clara, útil y basada en la ciencia.

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