Misofonía: odio a los sonidos y como identificar los síntomas
La misofonía es una condición neurológica caracterizada por una intensa reacción emocional y física ante ciertos sonidos cotidianos. Aunque socialmente aun queda camino para que sea reconocida, ésta ya afecta a muchas personas que en su mayoría, desconocen que este odio a ciertos sonidos tienen un nombre y una explicación.
Por ello, en este artículo, exploramos de forma concisa los síntomas de la misofonía y te ayudamos a identificar si tú o alguien cercano podrían estar padeciendo esta condición.
Introducción
Como siempre, antes una breve introducción ¡Por si este es el primer artículo que lees de nuestra página! La palabra “misofonía” proviene del griego y significa “odio al sonido”. Las personas que padecen misofonía reaccionan negativamente a sonidos específicos que, para otros, son completamente cotidianos y pasan desapercibidos. Estos sonidos, conocidos como “disparadores”, pueden variar entre individuos, pero algunos de los más comunes incluyen:
- El masticar de alimentos.
- Sonidos con la boca relacionados con la saliva.
- El sonido de un bolígrafo clickeando.
- La respiración fuerte o ronquidos.
- El sonido de arrastrar los pies.
- El tecleo en un ordenador o móvil con “sonido”.
- Sonidos que se perciben como intrusivos en la vivienda habitual: vecinos, ladridos de perros etc.
Síntomas principales de la Misofonía
Los Principales Síntomas de la Misofonía
- Reacciones Emocionales Intensas: Las personas con misofonía pueden sentir rabia, ansiedad, asco, irritabilidad o incluso pánico cuando escuchan los sonidos disparadores. Estas reacciones son desproporcionadas al estímulo sonoro, pero son completamente involuntarias y se sienten como “incontrolables”.
- Evitar Situaciones Sociales: Debido a la incomodidad que causan ciertos sonidos, quienes padecen misofonía suelen evitar reuniones sociales (o con determinadas personas), cines, transporte público, zonas de sus propias casas u otros lugares donde saben que podrían encontrarse con sus disparadores sonoros.
- Respuesta Física: La reacción a los sonidos también suele ser física, incluyendo sudoración, aumento del ritmo cardíaco o tensión muscular. Este malestar puede volverse tan intenso que la persona necesita abandonar el lugar para evitar el sonido.
- Concentración en los Sonidos Disparadores: La misofonía hace que la persona se enfoque intensamente en los sonidos que le molestan, lo que a menudo provoca distracción y un aumento de la tensión, ira y ansiedad; resultando en una dificultad para concentrarse en otra cosa que no sea ese estímulo.
- Aislamiento y Estrés: Con el tiempo, la misofonía puede llevar a la persona a aislarse socialmente y experimentar altos niveles de estrés, afectando negativamente su calidad de vida.
¿Cómo Identificar la Misofonía?
Identificar la misofonía puede ser un desafío, ya que sus síntomas se confunden fácilmente con otros trastornos como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), ansiedad o fobia social. Aquí te damos algunas pautas para ayudarte a reconocerla:
- Patrón de Respuestas: Observa si las reacciones negativas son consistentes con ciertos sonidos y si estos son los mismos cada vez, o quizá también que sea el mismo sonido en la misma persona. Los patrones repetidos y específicos de reacciones emocionales o físicas ante ciertos sonidos son un indicio claro de misofonía.
- Impacto en la Vida Diaria: Si los sonidos disparadores están interfiriendo con tu capacidad para disfrutar de actividades o relacionarte con otras personas, podría ser un síntoma de misofonía.
- Reacción Exclusiva a Ciertos Sonidos: A diferencia de la hiperacusia, donde todos los sonidos pueden ser molestos, la misofonía se caracteriza por una reacción negativa ante sonidos muy específicos. Si tu malestar se activa solo con ciertos ruidos y no con todos, podría tratarse de misofonía.
La misofonía es una condición real que puede afectar significativamente la vida de quienes la padecen. Si identificas algunos de estos síntomas en ti o en alguien cercano, es crucial buscar ayuda y orientación profesional. La terapia para la misofonía puede ser un recurso a tu alcance para aprender a gestionar los efectos de esta condición y mejorar la calidad de vida.
Recuerda, la misofonía no es simplemente una “manía” o una reacción exagerada. Es una condición neurológica que merece comprensión, apoyo y tratamiento adecuado.
Para más información sobre la misofonía, su tratamiento y cómo lidiar con ella, explora otros recursos disponibles en nuestra página.