Intolerancia al ruido y ansiedad: ¿Por qué me afectan tanto ciertos sonidos?
La misofonía es una condición neuroemocional en la que ciertos sonidos cotidianos, generalmente suaves o repetitivos, provocan en quien la sufre una reacción intensa e involuntaria. No se trata de que el sonido esté alto o sea objetivamente molesto. Lo que ocurre es que ese sonido —como una masticación, una respiración fuerte o el clic de un bolígrafo— activa una reacción desproporcionada en el sistema nervioso.
No es un trastorno auditivo, sino una respuesta emocional y fisiológica ante estímulos auditivos específicos. La persona que lo sufre no puede “hacer como si no pasara nada”, porque su cuerpo entra en modo de alerta real.
“En cuanto escucho ese sonido, todo mi cuerpo se pone en tensión.”
“Lo anticipo, lo temo, lo vivo como una invasión.”

¿Por qué la misofonía produce ansiedad?
La reacción ante esos sonidos no es una simple molestia. La persona entra en una respuesta de estrés agudo que se expresa con síntomas como:
Tensión muscular
Aceleración del pulso
Deseo de escapar o confrontar
- Necesidad de repetir el sonido ante su emisor
Pensamientos intrusivos
Irritabilidad/ira o asco
Sensación de estar perdiendo el control
Este conjunto de reacciones provoca ansiedad anticipatoria: el cuerpo aprende que ese sonido genera peligro, y empieza a activarse antes incluso de que aparezca.
“No solo me afecta cuando suena… me empiezo a alterar solo de pensar que puede sonar.”
Así, se genera un bucle:
Sonido → reacción de estrés → ansiedad → hipervigilancia → más sensibilidad → más ansiedad → aparición → mayor sufrimiento.
Sonido = más condicionado por dicha experiencia como algo “amenazante” y “peligroso” que me ha hecho sufrir hace unos minutos un episodio horrible y por tanto, más aversión ante la posibilidad de reaparición.
¿Qué relación tiene la ansiedad y la hiperalerta con la misofonía?
Muchas personas con misofonía viven en un estado de hiperalerta continua. El sistema nervioso está en modo “vigilancia”, y escanea el entorno buscando posibles sonidos que puedan alterar. Esto se traduce en:
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Reacciones automáticas ante ruidos leves
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Anticipación constante del “momento temido”
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Dificultad para relajarse en presencia de otras personas
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Aislamiento para evitar enfrentamientos
La ansiedad aquí no es solo una consecuencia: forma parte del propio núcleo del problema. El cerebro reacciona como si hubiera un peligro real… aunque ese peligro sea el sorbo de una taza de café o el sonido de unas pisadas.
Esto no es voluntario ni racional. Es una reacción fisiológica que se puede entrenar, regular y suavizar, pero no se puede simplemente ignorar.
Pensamientos típicos durante una crisis de misofonía
Los pensamientos juegan un papel clave. En esos momentos, suelen aparecer ideas como:
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“No puedo soportarlo.”
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“Me va a dar algo.”
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“No debería afectarme, pero no puedo evitarlo.”
-
“Estoy perdiendo el control.”
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“Preferiría cualquier cosa antes que seguir oyendo esto.”
Estos pensamientos alimentan la ansiedad, aumentan la activación corporal y refuerzan la percepción de que el sonido es intolerable.
A menudo, también aparece la culpa:
“Sé que no es culpa de la otra persona… pero no puedo evitar odiarla en ese momento.”
¿Cómo intervenir sobre esa ansiedad?
La terapia psicológica especializada en misofonía y ansiedad trabaja en varios niveles:
1. Validación y comprensión
Lo primero es entender que lo que sientes es real. No estás exagerando, no eres débil, y no estás solo/a. Hay una base neurofisiológica que explica tu reacción.
2. Trabajo con el sistema nervioso
Aprender a reconocer los primeros signos de activación es fundamental. Se entrena el cuerpo en técnicas de autorregulación fisiológica, como respiración diafragmática, anclajes corporales o trabajo con el nervio vago.
3. Reestructuración cognitiva y emocional
Identificamos y transformamos los pensamientos automáticos (“No puedo soportarlo”, “Esto es insoportable”, “No tengo salida”) por mensajes más funcionales y calmantes. Esto disminuye la carga emocional de la experiencia.
4. Desensibilización progresiva
No se trata de “aguantar”, ni es una exposición al sonido. Se trata de acercar al cuerpo de forma segura, guiada y gradual a esos sonidos, con los recursos previos asentados, para que aprenda que ya no hay peligro. Con el tiempo, se reduce la reactividad.
5. Recuperar el poder personal
Una parte importante del proceso terapéutico es recuperar tu capacidad de elección, de poner límites, de pedir lo que necesitas sin culpa, y de vivir con más calma incluso en un mundo lleno de sonidos

Psicólogos Especializados en Misofonía: Nuestro Enfoque Profesional y Cercano
En Celia Misofonía acompañamos a personas que conviven con sensibilidad auditiva, ansiedad y una constante sensación de tensión interna. Nuestro enfoque no es generalista: está especializado en comprender la raíz emocional y fisiológica de lo que sientes, sin reducirlo a “manías” ni simplificar lo que te ocurre.
Sabemos que no es solo “el ruido”. Es el desgaste de anticipar cada día si hoy vas a poder concentrarte, comer tranquilo, trabajar, estar con los tuyos… sin que un simple sonido lo desborde todo.
Sabemos lo que implica:
Sentir que tu cuerpo reacciona sin permiso.
Vivir alerta en espacios compartidos.
Evitar situaciones sociales por miedo a lo que puedas oír.
Intentar explicarlo… y que no te entiendan.
Sentirte mal contigo por cómo reaccionas… y agotado/a por seguir sosteniéndolo.
Por eso, nuestra terapia se basa en tres pilares:
👉 Comprensión profunda de lo que te ocurre a nivel emocional, neurofisiológico y relacional.
👉 Herramientas reales y adaptadas para gestionar la ansiedad y la respuesta corporal.
👉 Acompañamiento empático y libre de juicio, para que por fin dejes de sentir que “tienes que controlarlo todo tú solo/a”.
Aquí no te vamos a decir que exageras.
Tampoco te vamos a pedir que te expongas al malestar sin recursos.
Vamos a ayudarte a entender tu reacción, bajar esa hiperalerta y recuperar calidad de vida.
✨ Puedes reservar tu primera consulta informativa en celiamisofonia.com
📩 Y si prefieres escribirme directamente, estoy en Instagram: @celia_misofonia
Este puede ser el primer paso hacia una vida con más calma y menos lucha interna.
Y lo vas a dar acompañada.
