CONFIGURACIÓN DE COOKIES

Utilizamos cookies para ayudarle a navegar de manera eficiente y realizar ciertas funciones. Encontrará información detallada sobre todas las cookies en cada categoría de consentimiento a continuación.

Las cookies clasificadas como "Necesarias" se almacenan en su navegador ya que son esenciales para habilitar las funcionalidades básicas del sitio.... 

Siempre activas

Las cookies técnicas son estrictamente necesarias para que nuestra página web funcione y puedas navegar por la misma. Este tipo de cookies son las que, por ejemplo, nos permiten identificarte, darte acceso a determinadas partes restringidas de la página si fuese necesario, o recordar diferentes opciones o servicios ya seleccionados por ti, como tus preferencias de privacidad. Por ello, están activadas por defecto, no siendo necesaria tu autorización al respecto. A través de la configuración de tu navegador, puedes bloquear o alertar de la presencia de este tipo de cookies, si bien dicho bloqueo afectará al correcto funcionamiento de las distintas funcionalidades de nuestra página web.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies de funcionalidad nos permiten recordar tus preferencias, para personalizar a tu medida determinadas características y opciones generales de nuestra página web, cada vez que accedas a la misma (por ejemplo, el idioma en que se te presenta la información, las secciones marcadas como favoritas, tu tipo de navegador, etc.). Por tanto, este tipo de cookies no tienen una finalidad publicitaria, sino que activándolas mejorarás la funcionalidad de la página web (por ejemplo, adaptándose a tu tipo de navegador) y la personalización de la misma en base a tus preferencias (por ejemplo, presentando la información en el idioma que hayas escogido en anteriores ocasiones), lo cual contribuirá a la facilidad, usabilidad y comodidad de nuestra página durante tu navegación. Puedes activar o desactivar estas cookies marcando la casilla correspondiente, estando desactivadas por defecto.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies de análisis nos permiten estudiar la navegación de los usuarios de nuestra página web en general (por ejemplo, qué secciones de la página son las más visitadas, qué servicios se usan más y si funcionan correctamente, etc.).

A partir de la información estadística sobre la navegación en nuestra página web, podemos mejorar tanto el propio funcionamiento de la página como los distintos servicios que ofrece. Por tanto, estas cookies no tienen una finalidad publicitaria, sino que únicamente sirven para que nuestra página web funcione mejor, adaptándose a nuestros usuarios en general. Activándolas contribuirás a dicha mejora continua.

Puedes activar o desactivar estas cookies marcando la casilla correspondiente, estando desactivadas por defecto.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies de publicidad nos permiten la gestión de los espacios publicitarios incluidos en nuestra página web en base a criterios como el contenido mostrado o la frecuencia en la que se muestran los anuncios.

Así, por ejemplo, si se te ha mostrado varias veces un mismo anuncio en nuestra página web, y no has mostrado un interés personal haciendo clic sobre él, este no volverá a aparecer. En resumen, activando este tipo de cookies, la publicidad mostrada en nuestra página web será más útil y diversa, y menos repetitiva.

Puedes activar o desactivar estas cookies marcando la casilla correspondiente, estando desactivadas por defecto.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies de publicidad comportamental nos permiten obtener información basada en la observación de tus hábitos y comportamientos de navegación en la web, a fin de poder mostrarte contenidos publicitarios que se ajusten mejor a tus gustos e intereses personales. Para que lo entiendas de manera muy sencilla, te pondremos un ejemplo ficticio: si tus últimas búsquedas en la web estuviesen relacionadas con literatura de suspense, te mostraríamos publicidad sobre libros de suspense. Por tanto, activando este tipo de cookies, la publicidad que te mostremos en nuestra página web no será genérica, sino que estará orientada a tus búsquedas, gustos e intereses, ajustándose por tanto exclusivamente a ti. Puedes activar o desactivar estas cookies marcando la casilla correspondiente, estando desactivadas por defecto.

No hay cookies para mostrar.

Skip to content Skip to footer

Adiós, misofonía

“Crees que no hay solución, que esto solo puede ir a peor durante el resto de tu vida.

Maldices tu existencia desde aquel día que esto empezó, con 12 años, y desearías quedarte sordo antes de soportar esta tortura el resto de tu vida. Te da miedo salir, quedar con amigos, dar un paseo…

Has renunciado a la mayor parte de tu vida, a lo más normal de la existencia.

Sabes que en cualquier momento tu vida se convierte en un infierno. Una simple caminata por el monte, en el bar tomando una cerveza o leyendo tranquilamente en tu casa. De repente, lo escuchas.

Da igual lo que estuvieses haciendo, da igual tu estado de ánimo, da igual que hasta entonces estuvieras teniendo un día maravilloso. Todo se acabó.

Ya solo existe ese maldito ruido, nada más. No ves, no escuchas otra cosa, no sientes nada que no sea tu cabeza ardiendo mientras persiste.

Y una vez ha terminado, no puedes concentrarte en nada, solo piensas en lo mal que lo has pasado y estás alerta ante la mínima posibilidad de que se repita. Tus únicos aliados, tus auriculares con cancelación de ruido.

Sin embargo, tengo que decirte que no tienes por qué vivir así.

Que se puede vivir con normalidad, sin tener siempre esta espada de Damocles pendiendo sobre tu cabeza.

Parece imposible, lo sé. Ya no concibes sino un futuro en el que esto vaya a peor. 

Pero se puede. Puedes volver a salir sin miedo, puedes ir a trabajar sin pensar en las canciones que cantarán o silbarán tus compañeros, o en cómo se portará la gente en el tren. Puedes ir al campo sin pensar si las motos o los “domingueros” gritones arruinarán el mejor momento de la semana.

No es fácil, ya digo que no hay milagros. Hay que buscar ayuda, y hacer un gran esfuerzo. Pero hay que hacerlo, dar el primer paso. Aceptarlo. Saber que es algo que va a estar contigo, pero con quién podrás llegar a convivir.

Dejar de maldecirte por tu mala suerte, adoptarlo como un reto, posiblemente uno de los mayores de tu vida y ponerte a trabajar en ello.

Será un camino largo, pero… ¿Acaso no te gustan los retos? ¿Acaso tu ideal de vida ha sido quedarte de brazos cruzados mientras la misma se desmorona?

Hazlo.

Retoma el control de tu vida. Cuanto antes lo hagas, antes empezarás a ver luz en este infierno”.

A.D.

La misofonía tras la terapia

He pasado la mayor parte de mi vida pensando que era rara, que tenía algún problema que me hacía ser muy “especialita”, “quejica” y huyendo de cosas que para mí eran insoportables y que me hacían la vida muy difícil.

Ciertos sonidos como el de los relojes de pared, los ronquidos o el carraspeo me producían una incomodidad, un malestar y una respuesta casi violenta que me hacían huir del lugar donde se estaban produciendo cuando era posible o sufrir y desquiciarme cuando no lo era.

Hace unos meses descubrí casualmente, buscando algo en internet, que lo que me pasaba tenía nombre y le ocurría a otras personas.

Era misofonía. Así que me puse a buscar la forma de ponerle remedio y encontré a Celia, una psicóloga especialista en misofonía y mi vida empezó a cambiar.

Tras unos meses de terapia puedo decir que es posible. Que ya no percibo los ruidos como algo insoportable y amenazante sino como simples sonidos, a veces molestos, pero soportables. Y en momentos puntuales en que no es así, como un malestar que puedo gestionar y controlar.

No puedo estar más feliz y agradecida porque ahora mi vida diaria es más fácil y agradable. Porque ahora por fin puedo volver a hacer cosas antes impensables, como ir de viaje y dormir con mi pareja en un hotel sin sentir pánico al pensar que si empieza a roncar no puedo huir.

R.C.

Descubrí que mi hijo sufría en silencio

Mi hijo padece misofonía, al menos desde los 10 años, a un nivel relevante.


Cuando me lo descubrió y yo accedí a la información existente sobre misofonía, fui consciente de lo que había venido sucediendo desde tiempo atrás, con un comportamiento disruptivo y evitativo en casa, especialmente con su padre. El niño escapaba de los desayunos, las comidas y las cenas, y que tenía enfados extraños que no encajaban con una niño bueno y cariñoso como él. Enfados o ausencias que duraban mucho tiempo, y que finalmente le hacían evitar el contacto, especialmente con su padre, pero también conmigo.


Descubrí que mi hijo sufría en silencio un drama. Unas reacciones físicas y emocionales brutales ante sonidos insignificantes de su padre, como su respiración, o su masticación, que no nos había podido explicar. Mi hijo era una niño muy familiar, y realmente quería comer con nosotros, y ver películas con nosotros, o viajar en coche con nosotros, pero no podía. Y tampoco había sabido explicarlo porque no comprendía qué estaba pasando en su vida.


También me invadió la desesperanza, al empezar conocer casos de misofonía en todo el mundo que habían arruinado vidas y familias. La misofonía normalmente detona en familia, y cuando una familia no sabe que esto está sucediendo, el rechazo inexplicable de la persona con misofonía a la persona fuente de un ruido (generalmente el padre o la madre), suele interpretarse como algo personal, ya que las familias desconocen que la impiedad de este transtorno.


Para mí era urgente abordarlo y trabajar profesionalmente con alguien.Tuve muchas dificultades para encontrar un especialista en misofonía. Y grandes dudas respecto a si era oportuno buscar un especialista en misofonía o buscar un abordaje general.



Hoy puedo decir que si eres un padre y tu hijo tiene un problema de misofonía, tienes que acudir a la consulta con Celia.

Tu hijo va encontrar palabras de validación, su misofonía es real, afecta a muchas personas, y no le convierte en alguien raro. Celia va a trabajar con la familia como el entorno más próximo, el más impactado por la misofonía de un hijo, pero también el que más puede ayudarle en su terapia. Y tu hijo va a ser escuchado y a recibir información y técnicas para reducir su estrés circundante y para abordar su misofonía.

Junto a un profesional el afectado tiene que hacer un trabajo muy importante. Pero la familia también. En mi opinión podemos contribuir a reducir cualquier fuente de estrés basal que forme parte de la dinámica habitual de una familia, ajena a la misofonía. Y también, identificar si ha habido hechos desencadenantes del primer gatillo de la misofonía. No en todos los casos hay un impacto emocional detonante claro, pero en muchos sí, y el trabajo con un profesional sobre esa circunstancia puede ser clave.

La misofonía ha hecho sufrir mucho a mi hijo y ha hecho padecer a mi familia. Creo que haberla abordado rápido ha dado muy buenos resultados. La misofonía no se ha extendido apenas fuera de la familia, y está en clara recesión.

Celia es muy joven, pero es muy experta.

No esperéis ni un minuto para aliviar a vuestros hijos o vuestros seres queridos

E.S

Carta a la misofonía

“Es cierto, la misofonía es la ira ante un sonido concreto que a los demás les parece inofensivo pero que a ti te paraliza y te arruina la vida y tu carácter. Y mi oído así lo recibe, porque cada vez que lo oigo va a ir directo a mi amígdala (Dios sabe por qué) y me quiere convertir en Mr. Hyde.

Pero… ¿Y si encuentras un profesional que lo entienda, que sepa tratarlo, que no lo catalogue como manía ,TOC, obsesión o histerismo?

Yo encontré eso en Celia. Tras muchos psicólogos y exposiciones horrorosas, Celia comprendió mi problema. Tengo misofonía, no soy misofónica. La misofonía no define mi personalidad. Eso lo entendí con ella. Y sí, te digo que como el alcohol o la drogadicción, puedes convivir con ello, restaurar tu vida y volver a ser feliz.

Aceptarla, cambiar tu actitud ante esos sonidos, y aprender a manejar la ansiedad que en esos momentos se genera.

Sé que la primera reacción es huir, pero aprendes a no hacerlo, si aprendes a cómo gestionar esa ansiedad, te vas acostumbrando y dominándola.

Poco a poco, vas entendiendo como ese sonido disparador solo es un sonido, un momento y que no define tu vida. Poco a poco, vas avanzando.

Y si en tu caso también sufres misoquinesia (que es lo mismo pero asociado a la visión del disparador), también puedes aprender como desviar tu atención y seguir con tu vida.

Esto que te cuento no fue de la noche a la mañana. Lo conseguí en meses, casi un año. Sin embargo, ahora puedo llevar una vida normal, con mi marido, feliz, pudiendo estar, pasear, salir… Atrás quedaron ataques de pánico y ansiedad.

No te voy a mentir, a veces asoman, pero vuelvo a observar los pensamientos, los agradezco, los dejo pasar y sigo con mi vida.

Y contrario a lo que muchas veces pensamos, hay muchísima gente con misofonía, aunque nosotros nos creemos únicos. La verdad es que encontrar a alguien que la entienda en España es dificilísimo.

Gracias Celia por entenderme y molestarte en creernos y no precipitarte en diagnosticarnos. De tu mano, profesionalidad y humanidad espero que ayudes a más gente.

Ánimo a todos de todo corazón. De todo se sale pero con esfuerzo y tiempo.”

A.I

A mi yo del futuro


Kaixo a mí misma, la verdad es ke no sé muy bien como empezar a escribir esto. Durante este año hemos aprendido muchísimo y ha cambiado nuestra día a día drásticamente. Aunque parezca ke estoy exagerando, la verdad es que no. Antes no nos dábamos cuenta de lo estresadas ke vivíamos cada día por preocuparnos por TODO, absolutamente todo, ya que queríamos tener todo bajo control, lo cual conllevaba a no aguantar muchos ruidos, incluidos ruidos ke nuestros familiares más queridos necesitan hacer para vivir (como nuestro novio respirar jajaja). Todo esto nos viene de todas las vivencias pasadas ke hicieron ke sufriésemos tanto. A partir de cierto momento, decidimos que no queríamos sufrir más, y la decisión ke tomo nuestra niña interior fue protegernos de todo, intentando controlar todo lo que podíamos para evitar que ocurriesen cosas ke no nos esperábamos, cosas ke nos podían hacer daño.                                                                         

Gracias a eso (y a las terapias semanales con Celia jajaja), cada semana de este último año, hemos ido superando adversidades  que no pensábamos ke podíamos superar, y bueno aquí estamos a día 16 de abril de 2024, por ejemplo con el cuarto patas arriba y hablando tranquilamente sin sentir ninguna necesidad de salir de este cuarto o de recogerlo. ¿Ke aun así preferimos ke las cosas estén ordenadas y controladas? Sí, pero no es una necesidad como antes.

Aunke ya estemos muchísimo mejor, puede ke haya veces ke tengamos momentos más tensos, estresantes o tristes, donde la misofonía vaya a aparecer, pero tenemos ke pensar ke eso es normal, y simplemente intentar entender por qué está apareciendo para intentar calmarlo.

Espero ke estés feliz haciendo lo ke sea ke estés haciendo, tengo muchas ganas de ver lo ke nos depara nuestro futuro, asike un super abrazo a mi yo del futuro, ke tengo muchas ganas de conocerte, y nunca te olvides de este mensaje.

                                                                           C.K

Opiniones

Dudé de si empezar por ser online pero la misofonía estaba acabando conmigo y con mi relación. Y menos mal que probé porque el cariño, la atención y la profesional que Celia es… inmejorable.

No imaginé que esta tortura se podía superar, ahora tengo otra vida y no dejaré de recomendarlo! Gracias por todo

A. A

A. A

Y un día descubrí que existía la misofonía y pensé qué hago ahora, dónde pido ayuda, me sentía perdida..
Mi gran suerte ha sido encontrar a Celia, ha sido la persona que me ha acompañado en este camino hacia la liberación de algo tan duro y desconocido para mí y que pensaba que nunca podría solucionar.
Celia ha sabido acompañarme en terapia y me ha dado herramientas para saber gestionarlo.
No acostumbro a dar opiniones en internet pero en esta ocasión estoy tan feliz y llena de agradecimientos hacia Celia que estoy escribiendo estas líneas para que pueda ayudar a otras personas que lo sufran y sepan que sí se puede hacer algo.
Gracias Celia por tu empatía, tu paciencia, profesionalidad y amabilidad que se viste con tu gran sonrisa y que me ha hecho sentir tan cómoda! Tu labor es excepcional, te deseo mucho éxito porque te lo mereces! Gracias de corazón!

Monic

Monic

Gracias a Celia, he podido ser capaz de decir que ya no sufro de misofonía después de muchos años.

Aparte de ser una gran profesional, Celia es una gran persona que intenta ayudar a todas las “personitas” (como dice ella) que tenemos misofonía; no solo en terapía, sino también por sus redes sociales mediante videos y artículos que ayudan mucho. Después de tantos años pensando que era una maniática, que tendría que estar toda la vida aguantando esos “ruiditos” insoportables… encontré a Celia, y todo cambió. Gracias a ella me sentía comprendida, aprendí a cambiar la perspectiva hacia esos ruiditos, aprendí a gestionar mis emociones… esto es, a día de hoy puedo vivir en paz y tranquila sin depender de escuchar o no esos estímulos externos. Es verdad que en ciertos momentos de mucho estrés o ansiedad, la misofonía puede volver a aparecer a veces a molestar un poquito; pero incluso en esos momentos, soy capaz de estar en calma y entender la situación, otra vez gracias a Celia.

Por última vez, gracias Celia por cambiarme la vida tanto a mí, como a todas esas “personitas” que se sientan identificadas conmigo.

K.C.

K.C.

Grandes profesionales sobre algo tan desconocido como es la misofonia
Al principio piensas que eres único y que tienes un trastorno que no vas a poder tratar por falta de conocimientos pero una vez hablas con este equipo te das cuenta que tiene solución.
En mi caso estoy haciendo seguimiento con Celia M. Psicóloga que pertenece al equipo de Celia misofonia y no puedo estar más agradecido.

J.

J.

Lo mejor que he hecho nunca! Desde que comencé terapia con Cris, mi vida ha cambiado por completo.
Ya no estoy en alerta, ya no sufro constantemente, hago vida normal, casi me he olvidado de la misofonia. El resultado está siendo increible…
Es lo mejor que he hecho por mi

C.C

C.C

Llevo 3 meses en terapia y estoy encantada.

Llevo sufriendo la misofonía desde que tenía 4 años, algo que poco a poco se ha ido incrementando hasta tal punto que ya no solo me molestaban los ruidos de mi gente cercana, sino que entraba en una tienda y me molestaban los ruidos de la gente.

Cuando decidí empezar la terapia llevaba 1/2 meses horribles, donde la misofonía se me había agravado muy bruscamente, con ansiedad, muy agobiada y muy culpable por no querer estar al lado de ciertas personas de mi familia por molestarme al masticar, al tragar, al bostezar e incluso ruidos que hacían con la boca al hablar.

Busqué por internet y por Instagram y encontré a Celia y a su equipo. Desde el primer momento la forma que tenía Celia de expresarse y lo cercana que me pareció me dieron la confianza necesaria para pedir información.

Yo siempre he tenido las sesiones con María, que no puede ser más dulce y amable. Te entiende, te escucha y te acompaña. No solo trabajamos la misofonía sino que también se centra en mis emociones y en mi estado de ánimo, trabajando desde un enfoque integral.

Aún queda mucho trabajo pero la mejoría que he sentido es increíble. He sido capaz de estar tomando un café sin televisión con dos personas con las que hace unos meses evitaba hasta comer con televisión y la lavadora funcionando porque me molestaban sus ruidos, a veces (no siempre) consigo no anticiparme y no sentir ansiedad por tener una comida familiar dentro de una semana y saber que voy a tener que enfrentarme a muchos ruidos, algo que hace 3 meses era impensable.

Gracias a María he sido capaz de “reconciliarme” con personas de mi familia con la que antes evitaba pasar tiempo por lo mal que lo pasaba al enfrentarme a sus ruidos.

Ha sido una de las mejores decisiones de mi vida.

A.B

A.B

Celia es una excelente profesional, muy empática, acertiva y principalmente una especialista en Misofonía. Durante el proceso de terapia me ha llevado a abrazar lo que sentía, a salir del estado de alerta constante y me enseñó a gestionar esos momentos de mayor tensión y de incomodidad. Pensé muchas veces que la misofonia seria una condición que me acompañaría siempre, aún sin saber que lo que sentía tenía nombre. Pero gracias al profesionalismo y la guia de Celia, hoy puedo decir que el nivel de misofonía es muy mínimo a comparación de cuando inicié la terapia . Seguimos ahora trabajando más profundo. Gracias infinitas Celia por acompañarme!!. Recomiendo 100% a Celia.

S.G

S.G

CELIA es impresionante, nunca imaginé poder encontrar a alguien que me ayudase a entender mi misofonia y lo más importante, poder controlarla, y que además sea tan maravillosa, a mi me ha ayudado muchísimo, eternamente agradecida.

C.C

C.C

Llevo más de 30 años sufriendo de misofonía, desde que era una niña. Durante todo ese tiempo, esta condición ha afectado cada aspecto de mi vida, desde mi relación con mi familia hasta mi pareja y mi trabajo. Llegué a un punto en el que puedo decir que era una verdadera tortura el tener que enfrentarme a determinadas situaciones.
Por suerte, un día leí un artículo sobre este trastorno y eso me llevó a contactar con Celia, la cual me puso en contacto con María. Desde el primer momento, me hizo sentir cómoda y comprendida. Aunque aún no he superado la misofonía, gracias a su ayuda he aprendido a controlarla y entender su origen. María me ha dado herramientas valiosas que están cambiando mi vida, y por primera vez, veo un futuro sin esta carga. Recomiendo a María sin dudarlo, no podría haber tomado una mejor decisión que empezar este tratamiento con ella.

A

A

La verdad es que recomendaría a cualquier persona que lea esto contactar con Celia y su equipo. La experiencia está siendo buenísima, en mi caso con Cristina Cerdá. Al principio tenía dudas con el tema de la terapia online, pero ¡la cercanía de Cristina traspasa pantallas!. Es una maravilla poder contar con una profesional empática, amable y rigurosa en su trabajo. Su acompañamiento y guía para mejorar la gestión de emociones y su relación con la misofonía está siendo un aprendizaje tremendo, y ver resultados pequeñitos poco a poco es ilusionante.
¡Muchas gracias, Cristina!

I

I

Celia es maravillosa, he estado con varios psicólogos a lo largo de mi vida y ella ha sido la primera en ponerle nombre a lo que me ocurre y además me ha aportado herramientas para poder gestionarlo. Me entiende a la perfección, empatiza conmigo y es muy clara a la hora de dar su respuesta como psicóloga. Me está ayudando mucho y desde que estoy con ella me siento mucho más en calma. Puedo contactar con ella en cualquier momento y se ha adaptado a mi situación familiar. Estoy muy contenta con ella y la recomiendo 100%. Es muy buena psicóloga y además muy buena persona.

B.L

B.L

Durante la pandemia, mi misofonía se agudizó. La había sufrido desde pequeña, pero no sabía darle nombre hasta que, investigando, supe que muchas personas padecían esta disfunción. Tras largas etapas de estrés y habiendo llegado al límite de mi ansiedad, encontré este maravilloso gabinete de psicólogas que, sorprendentemente, hablaban de MISOFONÍA y la trataban. ¡Qué alivio! Contacté con Celia Incio y enseguida supe que me estaba poniendo en buenas manos. Por falta de disponibilidad, ella me ofreció la posibilidad de tratarme con su compañera Cristina Cerdá, una profesional excepcional que, tras no muchas sesiones, ya ha logrado impresionantes cambios en mi vida. Sé que es un proceso largo y que hay que poner mucho interés por parte del paciente, pero estoy totalmente ilusionada y sé que ellas van a conseguir mejorar mi vida. Saben lo que hacen. Gracias, gracias y gracias.

A.M

A.M

Dudé de si empezar por ser online pero la misofonía estaba acabando conmigo y con mi relación. Y menos mal que probé porque el cariño, la atención y la profesional que Celia es… inmejorable.

No imaginé que esta tortura se podía superar, ahora tengo otra vida y no dejaré de recomendarlo! Gracias por todo

A. A

A. A

Y un día descubrí que existía la misofonía y pensé qué hago ahora, dónde pido ayuda, me sentía perdida..
Mi gran suerte ha sido encontrar a Celia, ha sido la persona que me ha acompañado en este camino hacia la liberación de algo tan duro y desconocido para mí y que pensaba que nunca podría solucionar.
Celia ha sabido acompañarme en terapia y me ha dado herramientas para saber gestionarlo.
No acostumbro a dar opiniones en internet pero en esta ocasión estoy tan feliz y llena de agradecimientos hacia Celia que estoy escribiendo estas líneas para que pueda ayudar a otras personas que lo sufran y sepan que sí se puede hacer algo.
Gracias Celia por tu empatía, tu paciencia, profesionalidad y amabilidad que se viste con tu gran sonrisa y que me ha hecho sentir tan cómoda! Tu labor es excepcional, te deseo mucho éxito porque te lo mereces! Gracias de corazón!

Monic

Monic

Gracias a Celia, he podido ser capaz de decir que ya no sufro de misofonía después de muchos años.

Aparte de ser una gran profesional, Celia es una gran persona que intenta ayudar a todas las “personitas” (como dice ella) que tenemos misofonía; no solo en terapía, sino también por sus redes sociales mediante videos y artículos que ayudan mucho. Después de tantos años pensando que era una maniática, que tendría que estar toda la vida aguantando esos “ruiditos” insoportables… encontré a Celia, y todo cambió. Gracias a ella me sentía comprendida, aprendí a cambiar la perspectiva hacia esos ruiditos, aprendí a gestionar mis emociones… esto es, a día de hoy puedo vivir en paz y tranquila sin depender de escuchar o no esos estímulos externos. Es verdad que en ciertos momentos de mucho estrés o ansiedad, la misofonía puede volver a aparecer a veces a molestar un poquito; pero incluso en esos momentos, soy capaz de estar en calma y entender la situación, otra vez gracias a Celia.

Por última vez, gracias Celia por cambiarme la vida tanto a mí, como a todas esas “personitas” que se sientan identificadas conmigo.

K.C.

K.C.

Grandes profesionales sobre algo tan desconocido como es la misofonia
Al principio piensas que eres único y que tienes un trastorno que no vas a poder tratar por falta de conocimientos pero una vez hablas con este equipo te das cuenta que tiene solución.
En mi caso estoy haciendo seguimiento con Celia M. Psicóloga que pertenece al equipo de Celia misofonia y no puedo estar más agradecido.

J.

J.